El prolapso del suelo pélvico es una realidad frecuente que puede afectar significativamente a la calidad de vida de muchas mujeres, especialmente después de la maternidad o con el paso de los años. Se produce cuando los órganos de la pelvis (vejiga, útero o recto) descienden a causa de una debilitación de los tejidos de soporte. Como centro de fisioterapia especializado en suelo pélvico en Malgrat de Mar, sabemos que identificar los diferentes tipos de prolapso es el paso clave para recibir un tratamiento personalizado y efectivo.
En esta guía, exploraremos en detalle los tipos de prolapso como el cistocele y el rectocele. Te explicaremos cómo detectar los síntomas de alerta y cómo la fisioterapia de suelo pélvico con nuestra fisioterapeuta del suelo pélvico, Laura Egea, puede ser la solución más eficaz para recuperar tu bienestar y tu calidad de vida.
¿Qué es el prolapso pélvico y por qué se produce?
El suelo pélvico está formado por un complejo conjunto de músculos y ligamentos que actúa como un hamaca que sostiene la vejiga, el útero y el recto. Cuando estas estructuras se debilitan, los órganos pueden desplazarse hacia abajo y protruirse a través de la vagina. Este desplazamiento genera síntomas muy molestos como la sensación de presión, dolor o dificultad para orinar.
El prolapso puede ser una condición paulatina. Según un estudio publicado en el International Urogynecology Journal, afecta hasta a un 50% de las mujeres que han tenido partes vaginales, pero también puede aparecer en mujeres posmenopáusicas o personas con antecedentes de cirugía pélvica.
Clasificación de los tipos de prolapso pélvico
Identificar que órgano está afectado es fundamental para establecer el plan de tratamiento. Estos son los cuatro tipos de prolapso más comunes:
Prolapso anterior (Cistocele) – Cuando la vejiga cae
El cistocele se produce cuando la vejiga desciende y presiona la pared vaginal anterior. Éste es el tipo de prolapso más común.
Síntomas del cistocele:
- Sensación de pesadez o presión en la pelvis que empeora al terminar el día.
- Dificultad para vaciar completamente la vejiga (vacío incompleto).
- Incontinencia urinaria de esfuerzo (toser, risa) o micción muy frecuente.
- Infecciones urinarias recurrentes sin causa aparente.
Prolapso uterino – Cuando el útero desciende
Este tipo de prolapso se da cuando los ligamentos que sostienen el útero se debilitan, haciendo que el órgano caiga hacia el canal vaginal. Puede variar en severidad, desde un leve descenso hasta un prolapso completo en el que el útero sale por la vagina.
Síntomas del prolapso uterino:
- Sensación de un bulto o de una masa en la vagina.
- Dolor lumbar o en la parte baja del abdomen.
- Dificultad o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
- Problemas en la micción o la defecación
Prolapso posterior (Rectocele) – Cuando el recto presiona la vagina
El rectocele se produce cuando el recto empuja la pared vaginal trasera. Este prolapso es más frecuente en mujeres con antecedentes de estreñimiento crónico y puede dificultar la evacuación.
Síntomas del rectocele:
- Dificultad para evacuar por completo los intestinos.
- Sensación de plenitud o de un bulto en la parte posterior de la vagina.
- Necesidad de ayuda manual (presión sobre la pared vaginal) para facilitar la defecación.
Prolapso de la cúpula vaginal – La parte superior de la vagina cede
Este prolapso aparece en mujeres que han pasado por una histerectomía (extirpación del útero). La cúpula (la parte superior) de la vagina se debilita y puede descender. A menudo, se asocia con otros tipos de prolapso.
Síntomas del prolapso de la cúpula vaginal:
- Sensación de tracción o pesadez persistente en la pelvis.
- Dificultad por mantener relaciones sexuales.
- Problemas urinarios o intestinales.
Cómo identificar un prolapso: signos de alerta y cuándo consultar a un especialista
El prolapso pélvico puede desarrollarse de forma gradual y los síntomas se pueden confundir con otras molestias. Es importantísimo estar atenta a los signos de alerta:
- Sensación de bulto en la vagina que empeora al estar de pie mucho tiempo.
- Presión o pesadez en la pelvis que se nota especialmente al final del día o después de un ejercicio físico.
- Problemas a orinar o evacuar sin otra causa justificada.
- Dolor o molestias durante las relaciones sexuales.
Si notas alguno de estos síntomas, es aconsejable consultar con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico, puesto que una valoración precoz facilita un tratamiento menos invasivo y con mejores resultados.
Soluciones efectivas para el prolapso pélvico: De la fisioterapia a la cirugía
Según la gravedad y el tipo de prolapso, el tratamiento puede incluir diferentes opciones, siempre empezando por las menos invasivas:
- Fisioterapia del suelo pélvico (Tratamiento de Primera Línea): Es la terapia conservadora más recomendada para prolapsos leves a moderados. A través de ejercicios de fortalecimiento (tipo Kegel, adaptados), técnicas de biofeedback y el uso de la electroestimulación funcional, se busca tonificar los músculos para mejorar el soporte de los órganos. Más información.
- Pesarios Vaginales: Son dispositivos médicos de silicona que se introducen en la vagina para dar soporte mecánico a los órganos y mantenerlos en posición. A menudo se utiliza como medida temporal o cuando la cirugía no es viable.
- Cirugía: En casos severos (grados III o IV) en los que las terapias conservadoras no han funcionado, un ginecólogo o uro-ginecólogo puede recomendar una intervención para reparar los tejidos de soporte.
Fisioterapia del suelo pélvico en Malgrat de Mar
Identificar a tiempo los distintos tipos de prolapso del suelo pélvico es fundamental para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida. En Egea Fisioterapia, entendemos la importancia de un tratamiento sensible y experto.
En nuestro centro de fisioterapia en Malgrat de Mar, contamos con Laura Egea, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, que te ofrecerá una valoración exhaustiva y un plan de tratamiento personalizado y efectivo. El objetivo es fortalecer tu musculatura pélvica para evitar que el prolapso progrese y reducir los síntomas de presión y dolor.
No esperes a que los síntomas empeoren. Contacta con nosotros hoy mismo y da el primer paso hacia tu bienestar.




